Una caja de bloqueo es un aparato de seguridad en el que se guardan diferentes dispositivos de consignación, como candados, llaves, etiquetas, etc. Y que, por lo general se utilizan de forma compartida, al permitir guardar todos los objetos de consignación de un grupo de trabajo determinado.
¿Quiénes las utilizan?
Se utilizan en equipos de trabajo de mantenimiento, reparación e instalación de diferentes sectores y servicios, desde las telecomunicaciones hasta las empresas eléctricas, pasando por la industria del motor o la reparación de maquinaria. Por ello su uso se encuentra muy extendido.
Son, además, especialmente útiles en equipos de trabajo que funcionan mediante rotaciones, de forma escalonada, periódicamente, pero en el que las personas encargadas de determinadas tareas van cambiando.
En este sentido es habitual ver cajas de bloqueo en grupos que se organizan por turnos, pero también en aquellos cuyos contratos son temporales, por lo que una vez acabada la obra o servicio por el que han sido contratados entregan la caja al siguiente.
¿Cómo funcionan?
Guardan hasta 14 objetos de consignación durante una sesión de trabajo, aunque el número más habitual es 12. Por supuesto, el acceso a los dispositivos de consignación solo estará permitido a un grupo determinado de personas, que utilizarán de forma compartida la misma caja de bloqueo.
Cuando las tareas de mantenimiento o reparación se prolonguen, implicando a más de un grupo de trabajo, los empleados que estén terminando su turno no podrán quitar el candado o etiqueta hasta que el siguiente empleado esté listo para relevarlos en su puesto.
De esta forma se asegura la seguridad de uso de estos dispositivos, cuya mayor ventaja es estar pensados para asegurar procedimientos y vinculados a su objetivo, más que a la persona o personas que los utilizarán.